Y llego el día de meter la bici en la maleta y hacia Bélgica. Con el aeropuerto de Bruselas cerrado, fuimos desviados al aeropuerto de Lieja, un enorme aeropuerto de mercancías, con una pequeña terminal para pasajeros. Con un pequeño retraso nos plantamos en Bélgica. 

Una vez aterrizados y con las bicis en nuestro poder, vemos que en el transporte nos han roto las patillas del cambio, y eso a pesar de ir una de las bicis en funda rígida. Liada parda, pues al ser de carretera no llevamos repuesto. Con el disgusto encima, aun tuvimos que coger un autobús, y esperar a que los compañeros de viaje que volaban en otro avión, vinieran a por nosotros, para después de mas de doce horas de viaje, llegar a la casa que teníamos alquilada. 

La casa, muy chula, grande y bien decorada... De lo mejor del viaje, sin duda. Una vez instalados y al sacar la bici de la maleta... Ya viene la rematadera. En el transporte han fisurado/partido la horquilla con alguna de las múltiples ost*** que la han debido de dar la maleta. A partir de aquí... Pues ya toco sobreponerse... Ya no era encontrar una patilla.. Si no intentar alquilar una bici.  O encontrar una tienda que nos prestara una horquilla. O mandarlo todo a paseo. Lo cual a priori parecía una locura. 

Y con estos ánimos y dos de las 5 bicis de la expedición rotas... Nos vamos a dormitar. 

El viernes, el día que teníamos que dedicar a estirar patorras y hacer un poquillo de turismo, incluyendo alguno de los famosos museos ciclistas... Pues ya imaginareis que se fue un poco al garete. Empezamos recorriendo tiendas en busca de la patilla del compañero, porque yo lo de la horquilla lo daba por perdido, pero aun así preguntaba. El problema es que la bici era una Canyon y en todas las tiendas teníamos la misma respuesta... "Online distribution, dificult!". Las tiendas europeas parecen poco amigas de Canyon, si.

Recogemos los dorsales, la verdad que lo que es el pack corredor, no es ninguna maravilla. Mas bien es un sobre. "Sick". Con dorsal y tickets. Con uno de ellos te dan un bidón y unas luces, con otro la medalla. (Si, antes de empezar) Y otro para el bus que te devuelve a la salida. Poco mas aparte de un panfleto de información.

  

Una vez los dorsales en nuestro poder y siendo ya las 5 de la tarde, procedimos a salir a rodar un poco. Hacemos la subida al Kapelmuur. (El mito "abandonado") Antes pasaremos por el Molenberg. Pegándonos una calentada, xD! 

227km, menú para mañana

Y llega el día #RRV (Ronde Van Vlaanderen). Mientras yo desayuno mi zumo, cereales y tostada, alguno se mete un plato de pasta con tomate gratinada... Yo la verdad que a esas horas, no me entra nada la comida contundente.

Nos vestimos y salimos rodando hacia la salida, en teoría estamos a 5 minutos y se puede tomar la salida de 7 a 8 de la mañana, así que salimos a las siete menos diez, para ir a dejar la mochila que nos llevaran a la llegada con la ropa limpia. Por el camino, nos cruzamos con la estampida de la salida, si en la marcha larga estábamos apuntados unos 6000, igual la mitad o más, ya habían tomado la salida a las 7 en punto. 

Una vez en el punto de salida, preguntamos donde dejar la mochilas... Y nos dicen que a 6, si ¡6!, kilómetros. Flipando, nos ponemos a recorrer Brujas, guiándonos con ciclistas que vienen en sentido contrario. La salida oficial es en el centro de Bruselas, pero todo lo demás esta en un pabellón a las afueras.  15 minutos después, estamos dejándolas, y tras otros 10 minutos, nos ponemos a recorrer el camino de vuelta a la salida. Llevamos ya 15km y aun no hemos salido. Todo muy alentador con 227km por delante. 

Al llegar a la salida, estos no paran, van ya encendidos entre el retraso, mochilas y cosas varias. Así que no hay foto del grupo saliendo. Nuestra idea era salir medio pronto para no ir solos y coger algún grupo, pues los primeros 100km son un mero trámite plano, con mucho carril bici. No es especialmente bonito y los diferentes pivotes, aceras, separadores de carril, etc, que pueblan esta parte la hacen peligrosa de rodar en grupo.

Hasta el primer avituallamiento en el kilómetro 42 vamos rodando relativamente rápido, con media de un poco más de 30km/h, y aun estoy acompañado, sin embargo en la entrada del avituallamiento yo entro, pero mi colega no, y a partir de aquí... Me quedo solo. Bueno tampoco es tanto, solo quedan 185km. :D

Al salir engancho un grupo de americanos que van a un ritmo muy majo, sigo con ellos hasta el siguiente avituallamiento que esta en el kilómetro 82, todavía todo llano y sin nada reseñable. Los avituallamientos son enormes, y básicamente hay: agua, isotónica, plátanos, naranjas, mueslis y ¡gofres!. Producto estrella de esta marcha. 

En un tramo de carril, el grupo pega un frenazo, el ciclista de delante mío, bloquea de delante y sale despedido, lo esquivo de milagro y paro. Casualidades, es español, de Valencia, espero a que lleguen sus compañeros y marcho, no tiene buena pinta, pues le duele mucho la clavícula. 

Voy pillando grupos, saltando al siguiente cuando la cosa se para... Y en general dando pocos relevos, que le vamos a hacer, rodar en llano no es lo mio. Con esta táctica y 4 calentones contados, me planto en el primer muro con una media de 29km/h. Más o menos el plan establecido, pasar el trámite llano sin petar y con una media decente. A partir del 112km y con solo +500m acumulados comienza la De Ronde de verdad. 

 Los polacos del CCC

 Movistar, grande Erviti con su posterior actuación

 Sky, con Kwiatkowsky de jefe de filas

Posteriormente nos vamos a ver la salida a una calle adyacente y de allí a casa a coger las maletas y para el tren. Se acaba el viaje.

El viaje de vuelta, salvo la locura del aeropuerto de Lieja, fue sobre railes. Y esta vez, las maletas y bicis llegaron sin novedad... ¡Menos mal!

Ahora alguna reflexión:

Si el año pasado en Roubaix nos fue todo rodado con el viaje, este ha salido torcido desde el principio, aunque al final personalmente creo que le di la vuelta.

La marcha en si es una animalada por los 16000 participantes de mas de 60 países, solo 6000 son Belgas, el resto de fuera. Ves todo tipo de bicis y ciclistas, si existe, esta ese día en De Ronde. La marcha larga es bastante animal y los primeros 100km son solo para desgaste. Hay otra opción de 130km que "solo" hace los muros y puede ser mas acertada para disfrutar, si te ves corto de fondo, yo finalmente no me arrepiento de la "experiencia integra", pero la de 130km puede ser una buenísima elección pues no te pierdes nada.

Finalmente, van pasando los días, y como siempre, lo malo, siempre, siempre, se olvida y en la cabeza solo quedarán algunos recuerdos y posos bonitos. Recuerdos de los muros, de la animalada del Koppenberg, de tener la foto en la cima del KapelMuur.... Como dice la canción: one day baby, will be old...

PD: Próxima entrada vídeo, que ya lo tengo en el horno.