Salzkammergut Trophy 2019: ¡No pudo ser!

lunes, febrero 17, 2020

Vuelvo por este rinconcito de Internet. En la era de las RRSS sin medida, un pequeño blog con experiencias de una solar persona, me empieza a parecer hasta especialmente valorable.



Este post tenia que haber sido publicado hace meses... Pero una vez escrito y a falta de organizar 4 fotos, se borro. Lo deje un tiempo porque me enfade bastante y un poco más y cierro el blog, pero bueno ahora que se me ha pasado, contraataco.  Así que con la memoria menos fresca y la cabeza mas asentada, aquí va la versión 2.0 de la crónica de la Salzkammergut Trophy 2019.

Hay que estar un poco "loco" para liarse la manta a la cabeza e irse a correr una carrera de un día a 1800 kilómetros de casa, ya no te digo si la carrera en si, son 211 kilómetros con +7000m, sin embargo cuando llevas muuuuchos años con la idea en la cabeza, a veces se alinean los astros.

El monstruo

La verdad que un evento de este tipo comienza el día que te apuntas, ahí empiezas a intentar entrenar, además de comenzar a preparar el viaje, bici y alguna que otra cosilla que te quieres llevar.

Van asando los meses y vas entrenando, pasando frío, debajo del agua, nevando, contra el cierzo y marea, si es posible incluso sales días con un poco de calor. Llega la temporada y mira,  ya que estas entrenando como nunca, van saliendo las cosas, como una Quebrantahuesos "oro" mas que decente. Pasan los días rápidamente y te plantas en julio y te ves la semana anterior ultimando preparativos y con un retintín nervioso que llevas encima todo el día y no te consigues quitar.

Finalmente llego el día, cargamos la furgo hasta el techo, un par de bicis en el porta, maletas con ropa de todo tipo; ciclista y de paisano, comida y prácticamente cualquier cosas que se te pueda ocurrir embutida va en los 4,3m de la Courier.

El plan es bastante sencillo, hacer los 1800 kilómetros hasta Bad Ischl en 3 días, aprovechando para hacer un poquito de turismo y de paso no morir en el intento. Llegaremos el Jueves, tiempo de sobra para instalarse en el Airbnb y ver un poco la zona, recoger dorsal, probar la bici... Vamos que el viaje pinta de lujo.

Austria nos recibe en un atardecer lluvioso y frío, con un AirBnB bastante decepcionante, no ponen problemas para meter la bici a la habitación al menos, aun así la meto discretamente. Nos acercamos a Bad Ischl buscando algún lugar para cenar, lo único que queda abierto a las 8.30 p.m. es un McDonalds así que nos lanzamos a por la perfecta dieta pre-carrera. Bad Ischl es el municipio de referencia de esta zona, solo deciros que tienen una preciosa casa de la opera y fue aquí donde Francisco Jose I se construyo una residencia de verano de alucinar. 

El viernes por la mañana madrugo para acostumbrar un poco al cuerpo al horario y para probar la bici, ha salido el sol y el paseo de 1h alrededor del lago es espectacular, es una gozada ver las montañas, las idílicas casitas, los senderos perfectamente cuidados que atraviesan praderas, literalmente ciclas en el país de Heidi y es una autentica pasada. Por otro lado ves las montañas y empiezas a pensar en lo que viene mañana. Nervios a flor de piel.

Espectacular

Pasamos la mañana de turismo y después de comer nos acercamos a Bad Goisern para realizar la recogida de dorsal, el control de la bici etc. Con el tiempo "La Trophy" ha pasado a ser el mayor evento mtb de Austria, con 6 distancias de carrera, pruebas para monociclos, e-bikes, infantiles, exhibiciones de trial, una feria de material... Vamos, un fin de semana dedicado a la bici en todas sus vertientes. Por cierto la Orbea aquí es exótica y se quedan mirando a cada paso. 

La recogida de dorsal para el Strecke A, es un mural grande con el diablo encima. Al salir de recoger el dorsal empieza a llover y no pasaría nada, si no fuera porque la previsión meteorológica  a menos de 12h de salir es bastante mala, agua todo el día, en cantidad y con temperaturas muy bajas, en concreto barajan entre 25 y 40l/m2 para mañana... No lo quería tener muy en cuenta, porque salir iba a salir  si o si, pero realmente pintaba muy mal. 

Infierno y vuelta

La que nos espera...

Dorsal sábana personalizado

Con todo hecho nos vamos a cenar y descansar que a las 3.00 a.m. sonará el despertador.

EL DÍA D

Aunque parezca increíble he logrado dormir de un tirón desde las 10.30 de la noche. Lo primero que hago es mirar por la ventana, llueve... Miro la previsión en el móvil, agua, agua y más agua. Bueno , que le vamos a hacer, hemos venido a jugar. Desayuno potente, vestirse y bici al coche. Intento de mentalidad positiva, como en la gigante: ¡No pain, No Gain! Sobre las 3.45 a.m. nos vamos a Bad Giosern. Por el camino no para de llover, montamos la bici lloviendo y nos refugiamos en la carpa central hasta casi el momento de la salida. No os miento que tenia un poco los ánimos por el suelo, muchos años con la prueba entre ceja y ceja, mucho entreno. para esto... 

10 minutos antes de la salida me coloco más o menos a mita de pelotón, no quiero salir el ultimo ni colocarme delante yo, aquí, soy del pelotón de cola. Tras 10 minutos bajo la lluvia dan la salida y allá vamos comienza MI Salzkammergut.

Son 215km y no se sale rápido, en España incluso en las ultras se sale que parece un XC, pero aquí la salida es algo mas pausada, cosa entendible cuando en el kilómetro uno tienes una pared llamada Raschberg que te sube 900 metros de acumulado del tirón y con unas pendientes de aúpa. Kilómetro cuatro y al paso por unas idílicas casitas de madera la pendiente marca el 18%. Kilómetro 4 y llevo el 30T-50 del eagle ya metido, mientras llueve y mucho. 1h y 10minutos para hacer los primeros 11 kilómetros. 

Mientras, va amaneciendo cosa que se agradece al comenzar la bajada. Y no os penséis que son bajadas pisteras porque no... Aquí hay bajadas de todo tipo, rápidas, trialeras, con flow... Me tiro para abajo agradeciendo a San Maxxis Ardent el agarre, ya que yo en mojado bajo poco, que soy de secano. Los germanos están acostumbrados a esto y bajan que no veas, si toco el freno un poco de más, me pasan 4, madre mía.

La primera bajada enlaza con el Hütteneckalm, 2h de carrera y voy genial de tiempo, teniendo en cuenta las referencias que llevo apuntadas. Sigue lloviendo, ahora muy fuerte y al bajada es brutal, en vez de sendero, voy bajando directamente por un riachuelo, es bastante peligroso porque no se ven piedras y raíces. Un tramito de bosque hay que bajarse, con la humedad y los escalones, no hay rueda que agarre ahí.

Poco después llega uno de los momentos cumbres de la prueba, Ewige Wand, o un sendero horadado en roca, colgado vertical al valle. que es una de las señas de identidad de la prueba, normalmente aquí te meten unos fotones de escándalo, pues nada... no... con el aguacero aun no han podido montar las cámaras, un desastre total. Se pasa otra vez en el segundo bucle, a ver si a la segunda... Esto fue otrao pequeño golpe a mi moral, porque es uno de los sitios emblemáticos en los que te visualizas en casa para imaginar la prueba. 

Al acabar la bajada viene un falso llano y una doble subida enlazada al Waldgraben, un puerto duro en su principio, que tomaba parte del anterior, el Raschberg y otro más que aparentemente no tiene nombre. 5h para los primeros 60km, y aunque parezca una burrada no voy mal. También os digo que seguía lloviendo y aunque aun estaba fuerte, poco a poco la humedad iba calando en mi.

A continuación tocar subir el Tauemkreuzung, 5º puerto en el perfil con unos +500m, lo que no te dicen son las rampas que esconde, piñón de 50 echando humo para subir algunas de las rampas de asfalto mas empinadas que he visto en mi vida. Sobre todo recuerdo un rampa que veías a los corredores de delante sin avanzar dando pedales, ahí arriba, una locura. La bajada otro sendero técnico convertido en río, sigo pero esto cada vez pinta peor. 

Aquí me parare a comentar los avituallamientos, directamente de lo mejor que he visto, muy bien organizados (son germanos) y con una variedad brutal, plátanos, frutos secos, barritas, geles, toneladas de vasos. Te sentías como un pro, llegar te recogían el botellin y lo llenaban, me limpiaron las gafas en mas de una ocasión y con una sonrisa a pesar de la que estaba cayendo. Por contra vacíos , sin publico, al igual que por todos los pueblos que pasamos. No era el día. 

Volvemos a la carrera, toca subir Hütteneckalm otra vez, pero por otra vertiente mas larga y más dura, aquí te regalan poco. En la cima, se sube a 1200 metros de altitud, hay 3/4ºC y llueve a mares, en la bajada me quedo muy muy frío, se llenan las gafas de barro, manos heladas a penas puedo frenar, una odisea. En esta bajada se vuelve a pasar por el sendero de piedra, pero llevo tanto barro en las gafas, que tengo que parar incluso a limpiarlas en un pequeño tramo que ensancha un poco. Sigo bajando y esta vez me bajo hasta en las escaleras, no me fió de como voy.

Vuelvo a pasar por un avituallamiento, lloviendo a mares, punto de corte y cerca de la meta, voy helado y calado después de casi 8 horas prácticamente sin dejar de llover, el frío de la ultima cima ha sido la puntilla. Comienzo a subir el siguiente puerto, unos, dos, cuatro kilómetros, otra vez llueve muy muy fuerte, temperatura que baja... Y decido darme la vuelta. Primero paro un rato debajo de un cobertizo, como una barrita, me lo pienso y no veo continuar otras 7h en estas condiciones, teniendo en cuenta que el siguiente puerto tendría que ir hasta los 1500 metros.  Llamo Ana y le digo que me voy hasta meta. Me voy con sentimientos encontrados, por un lado cumpliendo horarios, con buenas sensaciones, pero por otro se acaba el sueño poco a poco me ha vencido la lluvia.

Una vez en Bad Goisern  me refugio en el tejadillo de un super y a esperar a Ana que viene al rescate con la super furgo. 


Hasta aquí hemos llegado

Esta es la cara que se que te queda después de 8h lloviendo y +4000m

Y aquí llega la única queja organizativa, cojo mochila, pregunto donde están las duchas y sorpresa hay 4 o 5 duchas en puestas en un prefabricado y con agua fría. La cola para ducharse es kilométrica y jhay un cesped lleno de tios semi-desnudos a 10ºC lloviendo... Dantesco, yo creo que no había visto nada igual, en mi opinion no pongas duchas que es mejor. Finalmente opto por hacer el lavado del gato en el baño de una cafetería y nos vamos a comer y a ver llegar al ganador, Konny Looser, que arrasa y se lleva la prueba por tercera vez consecutiva. ¡Brutal!  

Un poco después la lluvia da una tregua, pero a los 30 minutos comienza otra vez el chaparrón, así que optamos por ir hasta el hotel, ducha, siesta y volvemos para la fiesta nocturna. Estamos en entrega de premios y salimos a recibir a los últimos participantes que entran pasadas las 16h de carrera, ampliaron casi una hora el corte, porque entre ellos iba la única participante femenina en acabar. Desde aquí se merece todo mi reconocimiento, acabar en esas condiciones y de noche merece una aplauso gigante.  

Un par de cervezas y salchichas enormes después nos vamos otra vez al hotel, sigue lloviendo y no pararía hasta el lunes...

Lluvioso Hallstat en la mañana del domingo

Para concluir, después de 7 meses quizás sea incluso mejor momento para hacer una valoración. ¿Mereció la pena? Rotundamente si, una vez leí en algún lugar que cuando llegas a viejo solamente te arrepentirás de las cosas que no te atreviste a intentar, la Salzkammergut no será una de ellas. 

Es una prueba espectacular y muy muy dura, es una paradoja ya que acabas sufriendo mientras ves algunas de las imágenes mas idílicas que hayas vivido sobre una bici, si lo estas pensado y te crees capaz no dudes ni un segundo en intentarlo y si no, tienes los recorrido B, C, D y E de menos distancia para que la dureza no sea la excusa.

También me gustaría acabar citando a las 3 crónicas que plantaron la semilla de la locura en mi cabeza hace ya una década:




2008, 2011... Vaya porrón de años llevaba queriendo ir para allí! Cada una de ellas, merece la pena. Cada una de ellas de un estilo y unas sensaciones. 

¿Volveré?  No voy a negar que la "espinita" se quedo ahí clavada, el tiempo lo dirá.

¡Hasta la próxima bikers!

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